
Lo que Francisco de Asís me ayudó a encontrar en la Iglesia Católica
Por Miguel Astúa Monge
“Grupo san francisco de Asís”
Primero debo aclarar que el siguiente artículo lo escribo con el afán de compartir un poquito lo mucho que Dios me ha regalado a través de su hijo san Francisco de Asís en estos años.
Debo contarles que para poder descubrir a ustedes este maravilloso tesoro me topé con un Francisco que al igual que muchos creyentes en la Iglesia no somos practicantes, posiblemente de esos que queremos un dios para sí mismos, a los que nos hace falta oración y que muchas veces sentimos que nuestra fe agoniza constantemente.
Francisco inicia su metanoia buscando motivos razonables para creer con responsabilidad, lentamente se dará cuenta que con el amor de Dios es suficiente, poco a poco se acostumbrará a adorarle cada día más y no necesariamente a pedirle, él en su camino de oración discernió que aunque a Dios le vemos grande y elevado es cercano y amigo, siempre está junto a él (junto a nosotros) construyendo el presente y señalándole el futuro, comunicándole luz y fortaleza.
Para Francisco Dios es el bien y en esa bondad el encuentra la paz, el consuelo y el amor perfecto y consumado, su respuesta será de abandono en Dios y de abandono de todo por Dios. Abre ante mis ojos un escenario sorprendente , Dios es invisible pero nos muestra su rostro en el amor fraterno a todas la criaturas, por esa razón se convierte en un Dios cercano, en esta nueva experiencia se hace necesaria la sencillez, una sencillez que nos permita reconocer errores y poder perdonar aunque muchas veces esto signifique mucho para nosotros. Él me enseña a no rendirme en lo mucho, a encontrar que en el consejo fraterno de mis hermanos me aproximo al Señor y a su Iglesia y me aleja de esos momentos en los que me siento incomprendido y lejos de los planes de Dios.
Me muestra una voluntad inquebrantable, su corazón es fuerte y late lleno de amor por Dios y su Iglesia, él vive su espiritualidad libre y con seguridad paso a paso dejando un rastro imborrable para nosotros, la Iglesia que Francisco nos muestra estaba en crisis y él es llamado a reconstruirla, hoy su legado nos muestra que no hay cosas imposibles, que la crisis y hasta la apostasía a la Iglesia no se debe a la falta de identidad sino más bien a la falta de espiritualidad de cada uno de nosotros en conjunto con un vacío inmenso de experiencia de Dios, hoy más que nunca los franciscanos y franciscanas del mundo estamos llamados a compartir y comprender la alegría de Francisco en y con la Iglesia, para Francisco su Iglesia es la Iglesia de Jesucristo el hijo de Dios donde definitivamente encontró la verdad.
Paz y Bien.
“Si conoces a la Iglesia no te vas”
“Si te sacan por una puerta, entra por la otra”
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